Todo sobre el tratamiento de la prostatitis en hombres: qué métodos y dispositivos se utilizan.

Un método eficaz para tratar la prostatitis en hombres mediante láser.

La prostatitis es una enfermedad infecciosa e inflamatoria, que se considera una de las patologías más comunes, pero al mismo tiempo poco estudiadas y poco susceptibles de corrección conservadora, con un trastorno urodinámico grave. La incidencia de prostatitis en las últimas décadas ha sido mayor en hombres que se encuentran en la etapa de reproducción activa (grupo de edad de 20 a 45 años) y que son sexualmente activos, aunque hasta hace poco se creía que el riesgo máximo de procesos inflamatorios en la glándula prostática existe solo en hombres mayores y de edad avanzada.

En la mayoría de los casos, la inflamación aguda de las glándulas prostáticas se desarrolla en el contexto de una contaminación masiva de las membranas mucosas de la próstata con microorganismos patógenos y oportunistas: gonococos, estafilococos, E. coli, etc.

Además de los antibióticos, que se utilizan tanto en la fase aguda de la enfermedad como para el tratamiento de formas recurrentes de prostatitis infecciosa (incluido CPPS, síndrome de dolor pélvico crónico), la terapia compleja para los cambios inflamatorios en el tejido intersticial y parenquimatoso de la glándula también incluye el uso de métodos modernos, por ejemplo, terapia con láser, criodestrucción o microcorrientes pulsadas. Para que el tratamiento sea eficaz y logre una remisión estable, el hombre también deberá ajustar su régimen, dieta y estilo de vida.

Terapia básica para la inflamación infecciosa.

El objetivo principal de la terapia en el tratamiento de cualquier forma de prostatitis es detener la inflamación y eliminar los cambios inflamatorios, así como aliviar el dolor, cuya prevalencia, según diversas fuentes, oscila entre el 35% y el 67% (aproximadamente uno de cada dos hombres que padecen prostatitis se queja de dolor como síntoma dominante). En casos agudos, el uso de una terapia antibacteriana masiva le permite lograr rápidamente un efecto clínicamente significativo, que ocurre dentro de 4 a 5 días. A pesar del rápido alivio de la afección con inflamación infecciosa de la próstata, es imposible interrumpir el tratamiento con antibióticos, ya que la mayoría de los patógenos típicos de las infecciones genitourinarias desarrollan muy rápidamente resistencia a los fármacos de este grupo y la interrupción del tratamiento conducirá a la cronicidad de la enfermedad.

Algunos de los principales agentes causantes de la prostatitis, estafilococos fecales y Escherichia coli (Escherichia coli), incluso si se cumplen las condiciones de administración y uso continuo de antibióticos, son capaces de crear una cápsula de película gruesa alrededor de la membrana, lo que reduce la biodisponibilidad de los medicamentos utilizados y aumenta la resistencia de las bacterias al grupo seleccionado de antibióticos. Por esta razón, se recomienda continuar la terapia con antibióticos incluso si se logra rápidamente un resultado positivo durante al menos 4 semanas.

Por qué no puedes elegir un antibiótico tú mismo

Los antibióticos son la base para el tratamiento de la prostatitis infecciosa aguda, pero deben ser recetados por el médico tratante después de un examen de laboratorio de las secreciones prostáticas, teniendo en cuenta varios factores: el tipo de patógeno identificado, el grado de contaminación de las membranas mucosas y la resistencia de un microorganismo en particular a ciertos grupos de antibióticos. Los expertos en el campo de la urología práctica también señalan que en los últimos años ha habido un aumento constante de infecciones genitourinarias mixtas, por lo que a menudo se utilizan combinaciones de varios agentes antibacterianos y antimicrobianos para tratar la prostatitis aguda.

Bacterias que causan el desarrollo de prostatitis infecciosa aguda.

La automedicación de la prostatitis aguda en casi el 60-70% de los casos conduce a que la infección se vuelva crónica, lo cual es una tasa muy alta y confirma la inadmisibilidad de elegir los medicamentos de forma independiente e ignorar las prescripciones médicas. La importancia de someterse a diagnósticos físicos y de laboratorio, así como a la consulta con un especialista, antes de utilizar antibióticos se debe a los siguientes puntos.

  1. Indicadores de biodisponibilidad. Algunos medicamentos antibacterianos (por ejemplo, los antibióticos más populares y recetados, los medicamentos del grupo de las penicilinas) tienen un bajo grado de penetración en el tejido de la próstata, por lo que su uso para la prostatitis es ineficaz y poco práctico. Casi todos los aminoglucósidos también tienen una biodisponibilidad deficiente.
  2. Grado de efecto bactericida. En caso de daño agudo a las glándulas prostáticas, se deben elegir antibióticos con efecto bactericida, que provocan la muerte del patógeno infeccioso. En casos crónicos, es más recomendable prescribir fármacos con efecto bacteriostático, deteniendo el crecimiento de la flora patógena e impidiendo su reproducción.
  3. Estado general del paciente. Los pacientes con inmunosupresión grave, así como con manifestaciones graves de síndrome febril y de intoxicación, deben ser tratados en un hospital. Los antibióticos se administran por vía intravenosa a estos pacientes (las formas farmacéuticas orales son ineficaces en casos clínicos graves).

¡Prestar atención! La ausencia de un efecto positivo durante el uso de la terapia con antibióticos puede indicar el desarrollo de un absceso de próstata. Esta es una patología aguda que requiere hospitalización de emergencia de un hombre en un hospital y apertura quirúrgica del absceso, seguido de drenaje y tratamiento antiséptico de la cavidad.

Métodos modernos de tratamiento de la inflamación crónica.

La fisioterapia es una rama médica que estudia y aplica con fines terapéuticos diversos factores naturales (incluidos los creados artificialmente) que tienen un efecto positivo en el cuerpo humano. En el tratamiento complejo de patologías del sistema genitourinario, la fisioterapia se utiliza en la etapa de recuperación, después del alivio de los síntomas agudos.

El principal objetivo de la fisioterapia es eliminar los efectos inflamatorios residuales y estimular la restauración de los tejidos dañados. Un curso de tratamiento fisioterapéutico suele constar de 5 a 10 procedimientos que duran entre 10 y 15 minutos. Para lograr un resultado positivo (reducir la frecuencia y la intensidad del dolor pélvico crónico, normalizar la micción, mejorar las propiedades reológicas de la secreción prostática, etc.) pueden ser necesarios varios cursos.

Fisioterapia para la prostatitis.

Terapia con láser de baja intensidad

La terapia con láser es uno de los métodos más eficaces y populares para tratar la inflamación crónica de la próstata en los hombres y se utiliza con mayor frecuencia como adyuvante después de la corrección farmacológica primaria. La base de la terapia con láser es el uso del rango óptico emitido por un dispositivo especial: un láser. El láser puede funcionar en modo pulsado y pulsado continuo, y la longitud de onda puede alcanzar hasta 904 nm.  Rara vez en urología se utiliza el método de iluminación láser intravenosa de la sangre, que muchos expertos consideran el método más eficaz y universal para el tratamiento complejo de muchas enfermedades urológicas.

Las principales ventajas de la terapia con láser son su eficiencia bastante alta, su indolora y la estimulación no solo de los tejidos dañados sino también de los cercanos. Este método de fisioterapia es especialmente útil para la prostatitis congestiva (estancada), ya que la radiación láser tiene un efecto positivo sobre la microcirculación en los vasos pélvicos y normaliza la salida de secreciones de las glándulas prostáticas.

Estimulación eléctrica

La estimulación eléctrica con corrientes está indicada para el tratamiento de cualquier forma de prostatitis, acompañada de disfunción eréctil y disminución general de la potencia. La estimulación se realiza mediante el método endouretral, es decir, se inserta un catéter con un electrodo adherido directamente en la parte posterior de la uretra, donde se encuentra la próstata. En algunos casos, se pueden utilizar electrodos rectales para el tratamiento, que proporcionan estimulación eléctrica de la glándula prostática en el lugar donde limita con la ampolla anterior del recto. En ambos casos, es importante que los intestinos y la vejiga estén vacíos.

El tratamiento con corrientes eléctricas tiene un efecto positivo complejo sobre las glándulas prostáticas, a saber:

  • elimina el estancamiento de líquidos (sangre y linfa) en los órganos pélvicos;
  • asegura una salida normal de las secreciones prostáticas;
  • aumentar la permeabilidad de las membranas celulares del tejido parenquimatoso de la glándula y su intersticio, lo que promueve una absorción más rápida de fármacos en el tejido de la próstata inflamada;
  • reduce la hinchazón;
  • normalización del tono muscular de los músculos pélvicos;
  • aumentando la capacidad regenerativa de las células y la inmunidad local (especialmente en la prostatitis bacteriana crónica).

El efecto terapéutico después de la estimulación eléctrica de la próstata se produce después de 2-3 procedimientos, pero es importante no interrumpir el tratamiento para minimizar los riesgos de una posible recaída. Un curso completo suele constar de 5 a 7 procedimientos.

¡Prestar atención! La estimulación de la próstata con corrientes eléctricas es especialmente eficaz para la prostatitis con trastornos eréctiles graves.

Termoterapia

La termoterapia también es un tipo de fisioterapia y puede usarse para el autotratamiento de la prostatitis o en salas de fisioterapia especializadas. Las fuentes de calor para calentar la próstata pueden ser:

  • aplicaciones minerales (bischofita, parafina, ozoquerita);
  • lámparas eléctricas especiales;
  • almohadillas térmicas (agua, eléctricas);
  • Dispositivos para irradiación infrarroja.

En los hospitales de día y en las salas de fisioterapia se suelen utilizar reflectores para calentar la próstata, que son una lámpara incandescente con una pantalla de enfoque (“lámpara azul”). El procedimiento tiene ciertas contraindicaciones, por ejemplo, trastornos del sistema nervioso autónomo, tumores malignos, procesos infecciosos-inflamatorios agudos y purulentos-infecciosos, formas activas de tuberculosis. El uso de procedimientos térmicos en el período agudo de la enfermedad es inaceptable, ya que esto puede provocar una infección hematógena de órganos y tejidos vecinos (debido a un fuerte aumento de la circulación sanguínea) y el desarrollo de complicaciones graves, incluida la intoxicación séptica de la sangre.

“Lámpara azul” para calentar la próstata

¡Importante! Si a un hombre se le prescribe terapia hormonal o inmunomoduladora, es necesario consultar con un médico sobre la posibilidad de utilizar procedimientos térmicos (especialmente si el paciente está siendo tratado en casa). Es inaceptable prescribir procedimientos térmicos con citostáticos y hemostáticos.

Ozonoterapia

Este es un método moderno bastante eficaz para tratar la prostatitis, que se practica principalmente en centros médicos remunerados. El ozono médico se produce mediante dispositivos médicos especiales llamados ozonizadores. El gas en su forma pura es muy tóxico y, si se inhala, puede provocar una intoxicación química aguda y la muerte. Para introducir ozono en la sangre del paciente, el gas se mezcla con sangre o solución salina (concentración de sal 0,9%).

Ozonizadores para la producción de ozono médico.

La principal indicación para el uso de ozonoterapia para la inflamación de la próstata es la prostatitis infecciosa crónica con recaídas frecuentes (más de 2-3 veces al año). El ozono tiene potentes propiedades antisépticas y bactericidas, por lo que se utiliza a menudo para desinfectar locales, incluidos los industriales. Destruye casi todas las cepas de bacterias patógenas y oportunistas, que con mayor frecuencia causan inflamación de la próstata y son muy resistentes a los fármacos antibacterianos. La viabilidad de utilizar este método se considera justificada si el paciente no experimenta una dinámica positiva estable después de cambiar tres antibióticos.

La solución de ozono se inyecta mediante un catéter especial en la parte prostática de la uretra o el recto. El curso consta de 5-10 procedimientos.

Dispositivos para el tratamiento de la prostatitis.

El tratamiento con hardware de la prostatitis se puede realizar tanto en una sala de fisioterapia como en casa (estrictamente después de consultar con el médico tratante). Muchos de ellos son dispositivos para uso rectal, por lo que además de las principales contraindicaciones directamente relacionadas con la enfermedad, es importante tener en cuenta las restricciones locales: etapa aguda de las hemorroides, sangrado anal de origen desconocido, violación de la integridad del revestimiento epitelial del recto, proctitis y paraproctitis.

Consulta con un médico antes de usar dispositivos para el tratamiento de la prostatitis.

Es inaceptable introducir objetos extraños (electrodos, sensores) en el recto en caso de prolapso rectal, abscesos pélvicos, trombosis de las venas hemorroidales e inmadurez congénita del aparato de inervación del intestino grueso.

¡Importante! Antes de utilizar cualquier dispositivo para el tratamiento de la prostatitis y el adenoma de próstata, debe consultar a su médico, ya que algunos de estos dispositivos pueden no solo ser inútiles, sino también dañar significativamente su salud. Los efectos del fármaco sobre el tejido prostático son inaceptables durante el período agudo de la enfermedad, así como en presencia de posibles contraindicaciones (enumeradas anteriormente).

La prostatitis es una enfermedad grave que requiere un enfoque integrado de tratamiento. Además de los medicamentos y métodos fisioterapéuticos para el tratamiento de la prostatitis, en algunos casos es necesario utilizar la psicocorrección, así como la corrección del estilo de vida, los hábitos alimentarios y los patrones de trabajo y descanso. La terapia básica durante el período de recuperación y rehabilitación debe complementarse con métodos de tratamiento auxiliares: hirudoterapia (tratamiento con sanguijuelas), balneoterapia (terapia con aguas minerales), fangoterapia y terapia de ejercicios. Un hombre también debe moverse lo suficiente, abandonar los malos hábitos y controlar su estado psicoemocional. Fuera de los períodos de exacerbación, está indicado el tratamiento anual en un sanatorio para consolidar el resultado obtenido.